martes, 25 de septiembre de 2012

LEANDRO TORCHIO: 5 DE OCTUBRE NADA QUE CELEBRAR


 ¿Que hay que celebrar el 5 de octubre?

Cuando han pasado más de 20 años del triunfo del NO, debería estar claro, que lo que sucedió en ese entonces fue el triunfo del sistema sobre aquellos que postulábamos un cambio radicalmente democrático en el país.

El desplazamiento de Pinochet de la Moneda al edificio de la calle Zenteno (comandancia del Ejercito), no fue el termino de la dictadura, mas bien la consolidación de un sistema económico y político ideado desde la dictadura para que nunca mas fuera posible un gobierno como el de Allende y el aseguramiento de una gobernabilidad para el neoliberalismo extremo  producto de la “revolución capitalista de 1975” ( Moulian).

En algún momento Eugenio Tironi, comentando en The Clinic (02 agosto) la película NO dijo que con el triunfo del NO “la derrotada no fue la dictadura: fue el Frente” (léase Rebelión Popular) y luego asegura que “los derrotados no tienen lugar en la historia”. (Bueno si los derrotados se adaptan pueden estar en la historia)


En el fondo, desde una perspectiva histórica hay algo de razón en las palabras del publicista-lobbista, pero creo que el “derrotado” no fue el frente, ni el partido comunista, fueron amplios sectores populares que tuvieron que aceptar, en algunos casos sin saberlo, la salida que ideo el imperio, la dictadura y la oposición burguesa, para asegurar el pleno desarrollo del neoliberalismo en Chile.

Luego o antes del 5 de octubre se inicio la “transición a la democracia”, que resulto ser interminable y donde la alegría definitivamente no llego. Los gobiernos de la concertación resultaron ser un brazo más de las transnacionales y de los grandes capitalistas, los antiguos y los nuevos nacidos en el gobierno de Pinochet.

El sistema derrocho neoliberalismo por todos lados, la desigualdad aumento, las privatizaciones también, la represión fue mas sofisticada, la “ideología de la corrupción” se expandió por todos los pasillos de la concertación.

Celebrar que los que nos joden diariamente cambiaron el uniforme por trajes de civiles es a lo menos grotesco. La fecha debería ser conocida como “el gran engaño”.

Los sectores populares que creemos que no hay nada que celebrar este 5 de octubre, tenemos que tomar como una afrenta más de la corrupta clase política dicha celebración, la celebración de la mentira, el engaño del capitalismo neoliberal.

Tal como ayer, los sueños de Allende y de los que lucharon por una verdadera democracia están presentes no en los publicistas del No y los guatones dirigentes del parlamento,  si no en las movilizaciones de los estudiantes, de los trabajadores, aquellos que con seguridad no irán a los actos de la concertación y sus aliados.

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